دانلود کتاب La nueva ciencia de la mente - Historia de la revolución cognitiva

A diferencia de la psicología íberoamericana, tanto en sus vertientes biológica (José Ingenieros, Christofredo Jakob y muchos más) como filosófica, donde jamás se llegó al reduccionismo negador de la realidad del psiquismo, en los Estados Unidos el dominio del conductismo había llegado a divulgarse y hasta a negar la existencia de realidades psicológicas que fueran irreducibles a otras que no son psicológicas. Por eso no había allí ciencia cognitiva, y la psicología íberoamericana no se estudiaba por considerarla un "despreciable error papista" - un producto de la "atrasada dominación española", que los EE.UU. habían combatido en la entonces reciente guerra librada para "liberar" de esa dominación a Cuba y a las Islas Filipinas (a la vez que adueñarse de la remolacha y la caña de azúcar, allí cultivadas). La guerra contra España, en efecto, había dejado en los estadounidenses profundo desprecio académico por la manera de pensar atribuída a los latinos, y ello presentó al conductismo como un logro cultural "anglosajón", o sea propio. Fue una ficción que se mantuvo largas décadas (entre las que hubo dos guerras mundiales) contra los hechos empíricos al alcance de todos: los que todos podían experimentar. La "revolución cognitiva" a la que se refiere este libro fue el fracaso en seguir manteniendo esta ficción, fracaso al que se brindó un nombre estimulante ("revolución cognitiva") a la vez que se ocultó que en otras culturas el lugar del conocimiento en la naturaleza era materia académica desde hacía mucho tiempo.

En los EE.UU. la primera admisión oficial de la ciencia cognitiva parece haber tenido ocasión académica en el año de 1956. Pero Miller refiere que la fecha exacta fue el 11 de Septiembre de 1965, en un Simposio sobre Teoría de la Información realizado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts a raíz de la presentación de dos ponencias, a ninguno de cuyos autores se les hubiera ocurrido -ni permitido socialmente- abrevar en fuentes hispanas y reconocerles su adelanto en estas ciencias. Aun ahora se oculta este hecho y la historia angloparlante de la psicología trata de negar hasta la existencia de tal adelanto foráneo, que apareja un retraso propio nunca reconocido. Este libro, de la década de 1980, discurre dentro de ese estrecho horizonte.

La primera ponencia mencionada fue la de Allen Newell y Herbert Simon con su obra “La máquina de la teoría lógica”, y la segunda la de Noam Chomsky con su obra “Tres modelos de lenguaje”. Todas las investigaciones que habían sospechado la necesidad de reconocer científicamente el hecho empírico de la existencia del sentir y del conocer (la voluntad siguió estando excluída), o sea de realidades psicológicas o de psiquismos, que se habían llevado a cabo allí en los años cincuenta, dieron frutos recién en la década siguiente. Jerome Bruner y Miller habían fundado en 1960 el Centro para Estudios Cognitivos en Harvard, que fue por más de diez años punto de reunión para revisar todas las novedades anglofonas en el campo cognitivo. A comienzo de esta década, Miller, junto con Eugene Galanter y Karl Pribram, dieron a conocer la obra titulada "Plans and the Structure of Behavior", cuya importancia radica en que anuncia el fin del conductismo substituyéndolo por un estudio cibernético de la conducta en términos de acciones, interacciones y retroalimentación, aceptable dentro de los esquemas culturales mencionados.

Posteriormente empezaron a aparecer los primeros libros de psicología cognitiva. Uno de ellos fue "Cognitive Psychology" de Ulric Neisser, el cual refiere que toda cognición, desde el primer momento de la percepción en adelante, va a implicar procesos analíticos y sintéticos inventivos. No obstante, era necesario evitar hablar de "sujeto", sobre todo para contraponerse a la idea del "espíritu" o "alma", considerada exclusivamente "papista"; y para eso la cognición y la percepción debían presentarse sólo en general: o sea, jamás como distinguibles entre sí debido a "ser de" un individuo en vez de "ser de" otro. Se procuraba así eludir que el estudiante encontrara la idea de que la cognición y la percepción pudiesen inherir en una realidad diferente entre individuos (la inhesión se describe en el libro IV de la Metafísica de Aristóteles, y no corresponde juzgarla por la acogida que un milenio y medio después brindó a Aristóteles el escolasticismo "papista"), y concordantemente en vez de psiquismos separados se habla de una "mente" que, tal como las Ideas platónicas centrales en el platonismo inglés, es diferentemente participada por los diferentes individuos. Estos terminan siendo nada más que una ficción o apariencias capciosas, producto de disponer de diferentes memorias (Hume: la identidad personal se reduce a la historia de las memorias, las personas son reemplazables en tanto su historia previa les permita cumplir las mismas "funciones" sociopsicológicas y económicas), memorias que forzosamente "deben" estar impresas en el cerebro, donde algún día deberán sin duda poderse identificar.

Otro libro inicial importante en la denominada "revolución cognitiva" fue "The Sciences of the Artificial" de Herbert Simon, el cual dice que tanto la computadora como la mente humana debían concebirse como sistemas simbólicos capaces de procesar, transformar, elaborar y manipular, de varias maneras, símbolos de diversas especies. En la década de 1970 en esta historia acaeció un suceso importante cuando la Fundación Alfred P. Sloan brindó apoyo financiero a las neurociencias, siempre y cuando se encuadraran en el esquema conceptual antedicho, esquema que surge bien detallado de las explicaciones de este libro. Dio así lugar a la creación de la revista Cognitive Science, además de que en ese mismo año los cognitivistas plantearon el “hexágono cognitivo”, en el que se delimitaban las interrelaciones entre los cinco campos de estudio de la ciencia cognitiva: estos son la lingüística, la antropología, la inteligencia artificial, la psicología, y la filosofía analítica o posterior al "giro lingüístico".

Tal "ciencia cognitiva" cuenta con cinco características fundamentales: las representaciones, las computadoras, la atenuación de la importancia atribuida a los efectos, el contexto de la cultura y de la historia, la creencia en la validez de los estudios interdisciplinarios, y las raíces en la tradición filosófica clásica filtrada a través del platonismo inglés. Así, la ciencia cognitiva postula que el pensamiento humano es semejante en aspectos significativos a las operaciones de la computadora, y las personas individuales no tienen pues valor intrínseco: sólo poseen valor instrumental. Desde la creación de esta "ciencia cognitiva" hasta la actualidad han surgido diversos estudios que los académicos angloparlantes estiman reafirman este postulado, y también varios choques, especialmente con los conceptos del derecho penal en su cultura y de su teoría de la responsabilidad; sin embargo, reiteradamente declaran no saber qué camino llevamos recorrido en esa "ciencia" cognitiva desde su inicio (camino que siguen describiendo como si hubiera sido sólo interno a sus criterios culturales), o si desde allí estamos preparados para las respuestas.

En esta Library Genesis también se ha subido, para contraponer al presente libro, otra obra que presenta la perspectiva iberoamericana sobre el tema y distingue precisamente los conceptos de mente y de psiquismo, formulando severa crítica a las ideas que expone el libro de Gardner. Se trata de la obra Número 1201494, de Contreras, Norberto C. (2014), "Algunos aportes de Mario Crocco a la neurobiología y psicofísica" de Ediciones Rueda - Enrique Santiago Rueda Editores, 162 pp., 4 Mb, pdf, que se describe en http://libgen.io/book/index.php?md5=7CB912B75280E5473AE30CDE10A2D7C5 y se descarga desde http://libgen.io/get.php?md5=7CB912B75280E5473AE30CDE10A2D7C5&key=RVRD89FR1MIAKF5L La presente obra de Gardner permite ahora a los usuarios de Library Genesis comparar provechosamente ambas tradiciones.