جزییات کتاب
A las investigaciones sobre los “Fundamentos" y las referentes a, la “Posibilidad y Efectividad” agrego con la teoría general de las categorías destinada a dibujar el perfil de la “Fábrica del Mundo Real” la tercera parte de la Ontología. El desarrollo del nuevo tema está prefijado inequívocamente por los tomos anteriores. Se recordarán las razones, expuestas allí varias veces, por las que toda ontología que llegue » los contenidos especiales tiene que tomar la forma de la teoría de las categorías. No de conceptos del entendimiento trata la teoría de las categorías, sino de los fundamentos estructurales del mundo real, exactamente en el mismo sentido en que el análisis modal trató de la manera de ser del último. La teoría de las categorías no es cosa de la teoría del conocimiento; para ésta es sin duda indispensable, pero no puede ser dominada por esta sola. Tan sólo el planteo ontológico de las cuestiones representa para la teoría de las categorías la iusta actitud y la amplitud necesaria. Con qué derecho se traten fundamentos del ser bajo el nombre de “categorías” no es difícil de mostrar; de ello da cuenta la Introducción. Pero que en una investigación sobre categorías se haga tangible asimismo la armazón unitaria del mundo real, es una idea que no se deja exhibir por adelantado, sino únicamente en el curso de la dilucidación misma del contenido de la teoría. Si doy expresión a esta idea ya en el título del libro, no es que me anticipe a la exhibición, sino que me limito a indicar desde luego el contenido ontológico capital del análisis de las categorías. La indicación no es superflua. Pues el camino de la exhibición es dilatado. El problema ontológico de las categorías está gravado con una larga serie de aporías, de las que las más descansan en prejuicios tradicionales. La destrucción de estos prejuicios es la tarea de la primera parte. Se lleva a cabo en un trabajo puramente crítico, y por un camino que a mí me parece ser el camino de una nueva crítica de la razón pura. De hecho se trata aquí, en toda la línea, de nuevas restricciones del conocimiento apriorístico, así como de asegurar la validez objetiva de las ideas filosóficas. Esta parte de las investigaciones no se desarrolla por mor de ella misma, pero contiene las discusiones decisivas. Un fragmento de ella lo publiqué ya en 1924, en el artículo “Cómo es posible una ontología crítica”. En realidad, era ya entonces el trabajo previo para la teoría de las categorías. En la nueva refundición pude mantener casi totalmente las viejas anticipaciones. Pero en cuanto al contenido, ha menester de muchos complementos.