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Reinhard Heydrich fue uno de los hombres más temidos del siglo xx, una figura terrible incluso en el contexto de los dirigentes nazis. Jefe de la Policía Criminal, de las SS y de la Gestapo, despiadado señor de los territorios de Bohemia y Moravia ocupados por los nazis y destacado planificador de la Solución Final, representó un papel fundamental en la Alemania de Hitler. Suya es gran parte de la responsabilidad por algunas de las peores atrocidades cometidas por los nazis y, hasta su asesinato en Praga en 1942, fue considerado por todos como uno de los hombres más peligrosos de la Alemania nazi. Y, sin embargo, Heydrich ha recibido una atención bastante limitada dentro de la amplia historiografía dedicada al Tercer Reich. Robert Gerwarth entreteje historias poco conocidas de la vida privada de Heydrich con sus actos como jefe de la Oficina Central de Seguridad del Reich. Explora su progresión desde una privilegiada juventud en una familia de clase media hasta convertirse en un ávido asesino, y arroja nueva luz sobre el complejo carácter del hombre adulto, sus motivaciones, los sucesivos pasos que le condujeron hasta cometer atrocidades inimaginables y las consecuencias de sus esfuerzos criminales para alcanzar una recomposición étnica de Europa. «Sobre la base de una profunda investigación, Robert Gerwarth presenta un análisis penetrante y serio de la despiadada personalidad y la carrera criminal del hombre que dirigió el estado policial del Tercer Reich y se convirtió en la fuerza impulsora del programa de exterminio de los judíos europeos». Sir Ian Kershaw «Maldad es una palabra utilizada muy a la ligera en nuestro tiempo y en el análisis histórico. Sin embargo, en su espléndida biografía de Heydrich, Robert Gerwarth nos permite ver qué significa la maldad en toda su sutileza y complejidad, en su aparente racionalidad ocasional, en su crudeza y terror. Al leer El verdugo de Hitler queda claro por qué, en nuestra eterna lucha con la cuestión de hacia dónde nos dirigimos, incluso para el más terrible de los criminales de guerra, la narración histórica es un enfoque más satisfactorio y más rico que la persecución legal». R. J. B. Bosworth