دانلود کتاب Encanto y celebración del wayno. En honor de Jorge Núñez del Prado y Edwin Montoya
by Rodrigo Montoya, Jorge Núñez del Prado, Edwin Montoya
|
عنوان فارسی: افسون و جشن راهپیمایی. |
دانلود کتاب
جزییات کتاب
ocmren en los últimos cincuenta años de historia de la canción andina peruana. La de Jorge Núñez del Prado comienza
en su casa de Paucartambo, separada de la iglesia mayor por
solo una pared y su romance de infancia con el pampa piano;
después, vino el acordeón desde su adolescencia hasta hoy,
y su trayectoria de cantante de segunda voz para acompañar
a la primera de Wilfredo Quintana en su histórico trio Los
Campesinos. La hist01ia de Edwin Montoya comienza en su
casa de Puquio, con el encanto de la voz y la guitarra de su
padre, cantando valses criollos en las fiestas familiares, en las
actuaciones del Colegio Nacional Manuel Prado; haciendo
música con sus colegas del colegio; oyendo y cantando yara-
15víes y waynos en los momentos más íntimos de las reuniones
familiares y en casa, y finalmente, en suencuentro con el profesor de música Panchito Pérez en la Gran Unidad Escolar
San Luis Gonzaga de leaen 1959. El amoryplacer por la mú-
sica, no solo andina de ·.vaynos yyaravíes, atraviesa sus vidas
y sus trayectorias artísticas. Los estudios de música de Edwin,
en la Escuela Nacional de Folklore y en el Conservatorio, le
dieron los conocimientos necesarios para perfeccionar su
voz. para cuidarla como un bien precioso, para grabar buena
prute de sus discos con su propia segunda voz y para llevar el
canto andino y peruano con la mayor seriedad a los escenarios nacionales, así con:o a los de Europa, Estados Unidos y
América Latina.
Ambos pertenecen a la misma generación. Jorge nació
en Paucartambo (Cusco) en 1936 yEdwin en Puquio (Lucanas, Ayacucho) en 1941. A pesarde las largas distancias entre
ambas províncias, compartieron los mismos comienzos en
Lima y las canciones de profundo amor por su tierra. Ambos han creado himnos para sus pueblos; en estos últimos
años, Jorge se ha propuesto componer un villancico por año,
recordando los harawi..s de su núancia; por su parte, Edwin
compuso un himno para el Señor de la Ascensión, patrón de
Puquio, cuya hermandad lo canta con unción, y la caramusa
«Argueda.sninchik», 1, con
un espíritu parecido al de don Gabriel Aragón, el artista de
Combapata, compositor y arpista dego, y al del Cholo Luis
Nieto, célebre poeta cusqueño que dejaba sus versos escritos
en las paredes de las picanterías, como aquella, tan famosa,
conodda como La Chola.Son muy débiles las fronteras entre
la canelón alegre, divertida, y los chistes de doble sentido y
de todos los colores. En la conversación, Jorge tiene siempre
una historia divertida a flor de labios para que podamos reír
y alegrarnos, pero en materia religiosa venera a su mamacha
Carmen con el mayor de los respetos.No tieneel atrevimiento de los kolla.s que en Paucartambo enamoran a la mamacha Carmen y quieren llevársela a sus pagos de tierras altas
y frías, como si se tratase de una mujer hermosa de alguno
de sus ayllus. Este gesto de libeJtad es comparable al de los
gitanos que en Sevilla enamoran a la Virgen yla hacen bailar
en sus «pasos» o andas, en las procesiones de ~
Su profunda fe paucartambina no le impicie.:. --;-ede la Iglesia y dedr limpiamente que no le~''"":!
Edv.rin MontO}'a viene de las canteras ro&o.;rt!;;·
mado wayno mestizo de la tradición hua:nan=_ m::~
yaravíes de todas partes. Más que a la IL