جزییات کتاب
La vid es uno de los cultivos frutales más importantes del mundo. En Latinoamérica, las primeras plantas de vid fueron introducidas por los colonizadores españoles a inicios del siglo XVI. En cada uno de estos países, se cuenta con un gran número de variedades autóctonas, que se denominan “criollas”. Estas variedades se originaron a lo largo de casi 500 años de historia vitivinícola en la región, derivadas de cruces naturales entre las vides traídas por los españoles durante la conquista y colonia. Las dos cepas fundacionales de la viticultura en Latinoamérica son Listan Prieto y Moscatel de Alejandría. Los cimientos de la industria vitivinícola de América del Sur se construyeron sobre esas dos variedades, a medida que la viticultura se extendía por el norte desde México a los Estados Unidos y hacia el sur llegando a Perú, Chile, Bolivia y Argentina. El Listan Prieto fue la principal variedad cultivada hasta bien avanzado el siglo XIX en la mayoría de estos países. Se encuentra en viñedos de más de 100 años y se conoce con diferentes nombres: Criolla Chica en Argentina, País en Chile, Negra Corriente o Negra Criolla en Perú, Misionera en Bolivia, o Misión en México. Además de estas dos cepas fundacionales, existe en Latinoamérica una gran diversidad de variedades criollas con características diversas que se han ido descubriendo los últimos años. Hay un creciente interés en revalorizar estas variedades propias y conocer su potencial para distintos usos en la industria vitivinícola. En base a este patrimonio vitícola y genético único, con puntos en común entre los distintos países y a la vez diverso, se organizaron las Primeras Jornadas Latinoamericanas de Vinos y Variedades Patrimoniales. Este evento es el primero a nivel Latinoamericano, es organizado de forma conjunta por instituciones de Argentina (INTA, UMaza, Cambio Rural), Chile (INIA), Perú (Universidad Nacional Agraria La Molina), Bolivia (FAUTAPO) y México (INIFAP). Las jornadas se estructuraron en cinco encuentros virtuales que se realizaron entre el 25 de agosto y el 22 de septiembre de 2020. En cada uno se abordó un tema específico y se presentaron resultados de estudios en cuanto a historia, caracterización genética, agronómica y enológica de variedades criollas, caracterización de Denominaciones de Origen patrimoniales, experiencias comerciales. Las charlas estuvieron a cargo de investigadores de cada país y se contó con prestigiosos invitados de España que expusieron una mirada amplia sobre el tema.